
Los equipos estaban buscando posibles sobrevivientes entre los escombros del club nocturno de un piso Jet Set en Santo Domingo, dijo Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencia.
“Suponemos que muchos de ellos aún están vivos y por eso las autoridades de aquí no se rendirán hasta que no quede ni una sola persona bajo esos escombros”, afirmó.
Nelsy Cruz, gobernadora de la provincia noroccidental de Montecristi, se encontraba entre las víctimas. Entre los heridos se encuentran el exlanzador de las Grandes Ligas de béisbol Octavio Dotel, el legislador Bray Vargas y la cantante de merenguero Rubby Pérez, quien se encontraba en un concierto cuando el techo se derrumbó sobre los asistentes, informaron las autoridades.
Su manager, Enrique Paulino, cuya camisa estaba salpicada de sangre, dijo a los periodistas en el lugar que el concierto comenzó poco antes de la medianoche y que el techo se derrumbó casi una hora después, matando al saxofonista del grupo.
"Pasó tan rápido que me caí en un rincón", dijo, añadiendo que al principio pensó que era un terremoto.
No estaba inmediatamente claro qué causó el colapso del techo.
Manuel Olivo Ortiz, cuyo hijo asistió al concierto pero no regresó a casa, estaba entre quienes esperaban ansiosos afuera del club conocido por sus tradicionales fiestas que se celebran el lunes donde se presentan reconocidos artistas nacionales e internacionales.
“Nos aferramos sólo a Dios”, afirmó Olivo.
El presidente Luis Abinader escribió el día X que todos los organismos de rescate están “trabajando incansablemente” para ayudar a los afectados.
Lamentamos profundamente la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set. Hemos seguido el incidente minuto a minuto desde que ocurrió, escribió.
Abinader llegó al lugar y abrazó a quienes buscaban a sus amigos y familiares, algunos con lágrimas en los ojos. No habló con la prensa.
Un funcionario con un megáfono se encontraba afuera del club implorando a la gran multitud que se había reunido para buscar a amigos y familiares que dieran espacio a las ambulancias.
“Tienen que cooperar con las autoridades, por favor”, dijo. “Estamos desalojando gente”.
En un hospital adonde fueron trasladados los heridos, una funcionaria estaba afuera leyendo en voz alta los nombres de los sobrevivientes mientras una multitud se reunía a su alrededor y gritaba los nombres de sus seres queridos.
Coto informó desde San Juan, Puerto Rico.
Por MARTÍN ADAMES ALCÁNTARA y DÁNICA COTO
(Notocias SIN via AP)