CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Los cardenales católicos tomaron el martes sus primeras decisiones tras la muerte del papa Francisco, programaron su funeral para el sábado e indicaron que los fieles corrientes podrían presentarle sus últimos respetos a partir del miércoles, cuando su ataúd sea llevado a la basílica de San Pedro.
Los cardenales se reunieron por primera vez el martes en la sala del sínodo del Vaticano para trazar los próximos pasos antes de que comience un cónclave para elegir al sucesor de Francisco, mientras llegaban condolencias de todo el mundo lamentando la muerte del primer papa latinoamericano de la historia. Según las normas actuales, el cónclave debe comenzar entre el 5 y el 10 de mayo.
El funeral se programó para el sábado a las 10 de la mañana en la plaza de San Pedro, oficiado por el decano del Colegio de Cardenales, el cardenal Giovanni Battista Re. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que él y la primera dama, Melania Trump, planean asistir al funeral del sábado. También se espera al presidente argentino, Javier Milei.
Francisco falleció el lunes a los 88 años tras sufrir un derrame cerebral que lo dejó en coma y provocó el fallo de su corazón. Se estaba recuperando en su apartamento después de haber sido hospitalizado durante cinco semanas por una neumonía. Hizo su última aparición pública el domingo, cuando ofreció una bendición de Pascua y dio el que sería su último saludo a los feligreses desde su papamóvil, dando vueltas por la plaza de San Pedro.
En retrospectiva, su aparición de Pascua desde la misma logia donde fue presentado al mundo como el primer papa de América el 13 de marzo de 2013 fue un cierre perfecto para un papado de 12 años que buscó sacudir a la Iglesia y devolverla a su misión evangélica de cuidar a los más pobres.
Recuerdos de los funcionarios del Vaticano sobre Francisco
“Se entregó hasta el final”, dijo la hermana Nathalie Becquart, una de las mujeres de más alto rango en el Vaticano.
Mientras que los fieles corrientes tendrán la oportunidad de presentar sus respetos a partir del miércoles, los funcionarios del Vaticano pudieron despedirse desde el lunes por la noche. Hablando con periodistas después de presentar sus respetos, Becquart se maravilló del último saludo de Pascua de Francisco a su rebaño. “Realmente caminó con su gente”, dijo.
El cardenal italiano Gianfranco Ravasi dijo que precisamente el esfuerzo de Francisco por promover el papel de las mujeres en la Iglesia será uno de sus mayores legados. Ravasi señaló que Francisco eligió ser enterrado cerca de su icono favorito de la Virgen, en una basílica al otro lado de la ciudad, y no en las grutas debajo de San Pedro, como es habitual para los papas.
“Quiso ser enterrado bajo la sombra de una mujer, en este caso María”, dijo Ravasi, exministro de cultura del Vaticano, al llegar a la primera reunión de cardenales del martes. “Eso es significativo, su deseo de que la Iglesia haga más por las mujeres”.
El martes se publicaron las primeras imágenes de Francisco, que lo mostraban en un ataúd de madera, con vestimentas rojas y su mitra de obispo, mientras el secretario de Estado del Vaticano rezaba sobre él en la capilla del hotel Domus Santa Marta, donde vivía y murió.
En su testamento final, Francisco confirmó que sería enterrado en la basílica de Santa María la Mayor, que está fuera del Vaticano y alberga su imagen favorita de la Virgen María. Después de cada viaje al extranjero, Francisco iba a la basílica para rezar ante la pintura de estilo bizantino que presenta una imagen de María, vestida con un manto azul y con el niño Jesús en brazos, quien a su vez sostiene un libro dorado con joyas.
Francisco se detuvo en la basílica de camino a casa desde el hospital Gemelli el 23 de marzo, después de su estancia hospitalaria de 38 días, para entregar flores que se colocaron ante el icono. Regresó el 12 de abril para rezar ante la Madonna por última vez.
La reacción del mundo
Las campanas repicaron en capillas, iglesias y catedrales de todo el mundo y las banderas ondearon a media asta en Italia, India, Taiwán y Estados Unidos después de que la muerte de Francisco fuera anunciada por el camarlengo del Vaticano. Los partidos de fútbol en Italia y Argentina fueron suspendidos en honor al papa argentino que fue un fanático de toda la vida del club de fútbol San Lorenzo.
Los líderes mundiales elogiaron a Francisco por su liderazgo moral y compasión, mientras que los fieles comunes recordaban su simplicidad y humanidad.
Catalina Favaro, de 23 años y que acudió a a rendirle homenaje en la iglesia de Buenos Aires donde Francisco descubrió su vocación sacerdotal, dijo que había sido un rebelde, y que sus contradicciones también eran algo positivo.
En Timor Oriental, donde la última misa al aire libre de Francisco atrajo a casi la mitad de la población el pasado septiembre, el presidente José Ramos-Horta elogió el coraje de Francisco. “El papa Francisco fue un hombre valiente que no tuvo miedo de hablar en contra de los gobernantes del mundo que buscan la guerra, pero no quieren buscar la paz”, dijo Ramos-Horta.
“Desafió a los poderosos a actuar con justicia, llamó a las naciones a acoger al extranjero y nos recordó que nuestro hogar común —esta Tierra— es un regalo que debemos proteger para las futuras generaciones”, dijo el presidente de Nigeria, Bola Tinubu, quien es musulmán. Nigeria es el país más poblado de África y tiene alrededor de 30 millones de católicos, que suponen aproximadamente el 14% de la población total.
El velatorio del papa
Las habitaciones oficiales del papa en el Palacio Apostólico y en el hotel Santa Marta fueron selladas el lunes por la noche, siguiendo un ritual centenario. Farrell, quien como camarlengo tuvo la tarea de anunciar la muerte y confirmarla una vez determinada la causa, presidió el ritual.
Sin embargo, Francisco eligió no vivir en el palacio, sino en una suite de dos habitaciones en Santa Marta al otro lado de la Ciudad del Vaticano. Allí murió y su cuerpo fue trasladado a la capilla del hotel en el vestíbulo, donde se celebró un velorio privado el martes para funcionarios del Vaticano y miembros de la casa pontificia.
De acuerdo a los cambios realizados por Francisco el año pasado, su cuerpo no fue colocado en tres ataúdes de madera, como había sido para papas anteriores. En cambio, Francisco fue colocado en un ataúd de madera simplificado con un ataúd de zinc en su interior.
Una vez en San Pedro, su ataúd no será colocado en un catafalco elevado, sino que simplemente será colocado frente a los bancos, con el cirio pascual cerca.
“Fue un papa que no cambió su camino cuando se trataba de ensuciarse”, dijo el vicario de Francisco para Roma, el cardenal Baldassarre Reina, en una misa en su honor. “Para él, los pobres y los migrantes eran el sacramento de Jesús”.
Elección del próximo papa
Después del funeral, hay nueve días de luto oficial, conocidos como los “novendiali”. Durante este período, los cardenales llegan a Roma para participar en reuniones antes del cónclave para elegir al próximo papa.
Para dar tiempo a que todos se reúnan, el cónclave debe comenzar de 15 a 20 días después de que se declare la “sede vacante”, aunque puede comenzar antes si los cardenales están de acuerdo.
Una vez que comienza el cónclave, los cardenales votan en sesiones secretas en la capilla Sixtina. Después de las sesiones de votación, las papeletas se queman en una estufa especial. El humo o fumata negra indica que no se ha elegido papa, mientras que el humo o fumata blanca indica que los cardenales han elegido al próximo líder de la Iglesia católica.
El que haya conseguido dos tercios de los votos gana. Si acepta, su elección es anunciada por un cardenal desde la logia de la basílica de San Pedro que anuncia “Habemus papam”, que en latín significa “Tenemos un papa”.
Los reporteros de Associated Press Paolo Santalucia y Silvia Stellacci contribuyeron a este despacho.
La cobertura de religión de Associated Press recibe apoyo a través de la colaboración de AP con The Conversation US, con financiación de Lilly Endowment Inc. AP es la única responsable de este contenido.
NICOLE WINFIELD has been on the Vatican beat since 2001, covering the papacies of St. John Paul II, Pope Benedict XVI and the Francis pontificate and traveling the world with them.
SAN SALVADOR, El Salvador (AP) — El presidente salvadoreño Nayib Bukele propuso el domingo realizar un intercambio de prisioneros con Venezuela, sugiriendo que intercambiaría a deportados venezolanos de Estados Unidos que su gobierno mantiene encarcelados por lo que llamó "presos políticos" en Venezuela.
En una publicación en la plataforma de redes sociales X, dirigida al presidente Nicolás Maduro, Bukele enumeró a varios familiares de figuras de la oposición de alto nivel en Venezuela, periodistas y activistas detenidos durante la represión electoral del gobierno sudamericano el año pasado.
“La única razón por la que están presos es por haberse opuesto a usted y a su fraude electoral”, le escribió a Maduro. “Sin embargo, quiero proponer un acuerdo humanitario que incluya la repatriación del 100% de los 252 venezolanos deportados, a cambio de la liberación y entrega de un número idéntico (252) de los miles de presos políticos que usted mantiene en su poder”.
Entre quienes mencionó se encontraban el yerno del excandidato presidencial venezolano Edmundo González, varios líderes políticos que solicitaban asilo en la embajada argentina en Venezuela y, según él, 50 ciudadanos detenidos de diversos países del mundo. Bukele también mencionó a la madre de la líder opositora María Corina Machado, cuya casa, según el líder político, fue rodeada por la policía venezolana en enero.
Bukele dijo que pedirá a la Cancillería de El Salvador estar en contacto con el gobierno de Maduro.
La Fiscalía de Venezuela respondió el domingo por la noche, calificando de “cínicas” las declaraciones de Bukele y se refirió al líder salvadoreño como un “neofascista”.
Exigió al gobierno de Bukele que proporcione al gobierno venezolano una lista de las personas detenidas, así como su situación legal e informes médicos.
“El trato recibido por los venezolanos en Estados Unidos y El Salvador, constituye una grave violación al derecho internacional de los derechos humanos y constituye un crimen de lesa humanidad”, señala el comunicado.
La propuesta surge en un momento en que El Salvador ha sido objeto de un intenso escrutinio internacional por aceptar a venezolanos y salvadoreños deportados por la administración Trump, quien los acusó de ser presuntos pandilleros con escasas pruebas. Los deportados son recluidos en una megaprisión conocida como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), construida por el gobierno de Bukele durante su ofensiva contra las pandillas del país.
La controversia no ha hecho más que continuar tras revelarse que un padre de Maryland, casado con una ciudadana estadounidense, Kilmar Abrego García , fue deportado por error. La Corte Suprema de Estados Unidos ordenó al gobierno estadounidense facilitar su regreso, pero no hay indicios de que eso ocurra.
El arzobispo de El Salvador, José Luis Escobar Alas, pidió el domingo a Bukele “no permitir que nuestro país se convierta en una gran prisión internacional”.
Pese a la polémica, Bukele sostuvo que todas las personas que ha mantenido en prisión eran “parte de un operativo contra pandillas como el Tren de Aragua en Estados Unidos”.
Janetsky informó desde la Ciudad de México.
Esta versión ha corregido el estado de ciudadanía de Kilmar Abrego García.
Megan Janetsky cubre migración, conflictos, derechos humanos y política en México y Centroamérica para AP, con sede en la Ciudad de México. Anteriormente, cubrió Cuba y el Caribe para AP y trabajó como periodista independiente en Colombia, informando sobre toda Sudamérica.
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El Vaticano inició el jueves el período más solemne de la Semana Santa con el papa Francisco, que sigue recuperándose, oficialmente al margen, mientras los cardenales designados para ocupar su lugar presidían los servicios litúrgicos más importantes previos a la Pascua.
Francisco, de 88 años, no estuvo presente en la misa del Jueves Santo celebrada por la mañana en la Basílica de San Pedro. Sin embargo, reportes no confirmados de la prensa italiana apuntaron que se espera que más tarde visite la prisión central de Roma para cumplir con una cita que ha mantenido a lo largo de su papado: conmemorar la Última Cena de Cristo antes de su crucifixión.
El Vaticano se negó a confirmar o negar las informaciones, que subrayaban que cualquier salida de este tipo sería privada y dependería del estado del pontífice argentino el jueves. Pero también parecía posible, dado el énfasis de Francisco en el ministerio a los presos, especialmente durante el Año Santo 2025, que comenzó y terminará con actos papales especiales para los reclusos.
Se espera que el papa, que superó un episodio de neumonía bilateral que puso en peligro su vida este invierno, realice algunas apariciones en los próximos días. Hizo una aparición sorpresa al final de la misa del Domingo de Ramos el fin de semana pasado y, en los últimos días, ha efectuado algunas visitas no anunciadas, incluida una en la que no iba vestido con su sotana papal blanca, para orar en la Basílica de San Pedro y en la Basílica de Santa María la Mayor, al otro lado de la ciudad.
Todos los indicios apuntan a que sigue mejorando tras su estancia de cinco semanas en el hospital y a que, poco a poco, está retomando algunas de sus actividades habituales. En salidas recientes, se le ha visto sin los tubos nasales que le proporcionaban oxígeno suplementario y, según fuentes del Vaticano, cada vez depende menos de la terapia.
El pontífice celebró el miércoles su primera audiencia formal grupal desde que regresó a la Santa Sede el 23 de marzo, reuniéndose con el personal médico del hospital Gemelli que lo atendió durante su estancia de 38 días. En un salón de audiencias del Vaticano, Francisco dio las gracias a los más de 70 médicos, enfermeras y administradores y les pidió que siguieran rezando por él.
“Gracias por todo lo que hicieron”, dijo Francisco, con la voz aún entrecortada, aunque aparentemente más fuerte mientras continúa con la terapia respiratoria y física.
El religioso expresó su agradecimiento especial a la rectora de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, afiliada al Gemelli, Elena Beccalli, a quien elogió por su fuerte liderazgo.
“Cuando las mujeres mandan, las cosas van bien”, dijo en sus declaraciones públicas más extensas desde su hospitalización.
Francisco ha delegado las exigentes celebraciones litúrgicas de la Semana Santa en cardenales seleccionados, pero el Vaticano indicó que el propio papa compuso las meditaciones que se leerán durante la procesión del Via Crucis el viernes por la noche en el Coliseo de Roma.
La misa del Jueves Santo, por ejemplo, durante la que se bendicen los óleos utilizados en los rituales litúrgicos a lo largo del año, fue oficiada por el antiguo director de la oficina de patrimonio del Vaticano, el cardenal Domenico Calcagno. La solemne conmemoración de la crucifixión de Cristo del viernes fue asignada al cardenal Claudio Gugerotti, quien lidera la oficina vaticana encargada de los católicos de rito oriental. El Domingo de Pascua fue asignado al administrador retirado de San Pedro, el cardenal Angelo Comastri.
Queda por ver cómo manejará Francisco el tradicional discurso y bendición “Urbi et Orbi” (“a la ciudad y al mundo”, en latín) del Domingo de Pascua. Normalmente, el papa pronuncia un discurso, a veces largo, sobre el estado del mundo desde la logia de San Pedro y luego imparte una bendición especial a los fieles en la plaza. En teoría, alguien más podría leer el discurso mientras el pontífice podría impartir la bendición.
Francisco fue ingresado en el Gemelli el 14 de febrero con una bronquitis que rápidamente derivó en un caso de neumonía bilateral que puso en peligro su vida. Tras su alta el 23 de marzo, los médicos le prescribieron dos meses de convalecencia en el Vaticano con terapia respiratoria y física diaria para mejorar su función respiratoria y vocal. Con el tiempo, esperan que pueda reanudar su actividad habitual.
La cobertura religiosa de The Associated Press recibe apoyo a través de una colaboración con The Conversation US, con fondos de Lilly Endowment Inc. La AP es la única responsable del contenido.
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano de la historia, que cautivó al mundo con su estilo humilde y su preocupación por los pobres mientras incomodó al sector conservador con sus críticas al capitalismo y al cambio climático, murió el lunes. Tenía 88 años.
Las campanas repicaron en las torres de las iglesias de toda Roma tras el anuncio, que fue leído por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano, desde la capilla de la Domus Santa Marta, donde vivía Francisco.
“A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia”, anunció Farrell.
Francisco, que sufría una enfermedad pulmonar crónica y a quien se extirpó parte de un pulmón en su juventud, fue admitido en el hospital Gemelli el 14 de febrero de 2025 por una crisis respiratoria que derivó en una neumonía bilateral. Pasó 38 días ingresado, la hospitalización más larga de sus 12 años de papado.
Sin embargo, salió el Domingo de Resurrección —su última aparición pública— para bendecir a miles de personas en la plaza de San Pedro y sorprenderlas con un paseo en el papamóvil por la plaza, lo que provocó vítores y aplausos entusiastas. Antes se reunió brevemente con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance.
Francisco ofreció la bendición desde la misma logia donde fue presentado al mundo el 13 de marzo de 2013 como el 266to papa.
Desde su primer saludo como papa —un casual “Buonasera” (“Buenas noches”)— hasta su acogida a los refugiados y los oprimidos, Francisco marcó un tono diferente en su papado, enfatizando la humildad sobre la soberbia en una Iglesia católica asolada por el escándalo y la indiferencia.
Tras esa noche lluviosa del 13 de marzo de 2013, el argentino Jorge Mario Bergoglio trajo un soplo de aire fresco a una institución de 2.000 años de antigüedad que había visto decaer su influencia durante el problemático pontificado de Benedicto XVI, cuya sorpresiva renuncia llevó a la elección de Francisco.
Sin embargo, el nuevo papa no tardó en hacerse de problemas propios y los conservadores se molestaron cada vez más con su tendencia progresista, su acercamiento a los católicos de la comunidad LGBTQ+ y su represión contra los tradicionalistas.
Su mayor reto llegó en 2018, tras el mal manejo de un polémico caso de abuso sexual clerical en Chile, cuando el escándalo que se había gestado con sus predecesores estalló nuevamente bajo su supervisión.
Luego, el papa trotamundos, a quien las multitudes amaban, tuvo que navegar una realidad sin precedentes al liderar una religión universal durante la pandemia de coronavirus desde una Ciudad del Vaticano cerrada.
Francisco imploró al mundo que usara el COVID-19 como una oportunidad para repensar el marco económico y político global que, según dijo, había puesto a los ricos en contra de los pobres.
“Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados”, dijo Francisco en una Plaza de San Pedro vacía durante una oración solitaria en marzo de 2020. En paralelo, subrayó que la pandemia también ponía a “todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente”.
En el Vaticano el lunes, el ambiente era una mezcla de silencio sombrío entre las personas que conocían y trabajaban para Francisco, y el bullicio típico de los turistas que visitaban la plaza de San Pedro el día después de Pascua. Aunque muchos inicialmente no sabían la noticia, algunos percibieron que algo sucedía dado el frenesí de equipos de televisión.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, se secó las lágrimas de los ojos mientras se reunía con periodistas en la sala de prensa.
La muerte da inicio a un proceso de varias semanas para permitir que los fieles presenten sus últimos respetos, primero para los funcionarios del Vaticano en la capilla de Santa Marta y luego en San Pedro para el público en general, seguido de un funeral y un cónclave para elegir un nuevo papa.
Reformando el Vaticano
Francisco fue elegido con el mandato de reformar la burocracia del Vaticano y sus finanzas, pero fue más allá de eso y sacudió a la Iglesia sin cambiar su doctrina central.
“¿Quién soy yo para juzgar?”, respondió cuando se le preguntó acerca de un sacerdote presuntamente gay.
El comentario envió un mensaje de acogida a la comunidad LGBTQ+ y a quienes se sentían rechazados por una Iglesia que había enfatizado ciertas reglas de comportamiento sexual por encima del amor incondicional.
“Ser homosexual no es un crimen”, dijo a The Associated Press en 2023, llamando a terminar con las leyes civiles que criminalizan la homosexualidad.
Al enfatizar la misericordia sobre la moral, Francisco cambió la posición de la Iglesia sobre la pena de muerte, declarándola inadmisible en cualquier circunstancia. También modificó la posición eclesiástica al declarar que la mera posesión de armas nucleares —y no sólo su uso— era “inmoral”.
En otros hitos, aprobó un controversial acuerdo con China sobre los nombramientos de obispos que había irritado al Vaticano por medio siglo, se convirtió en el primer papa en reunirse con un patriarca ruso y trazó nuevas relaciones con el mundo musulmán al convertirse en el primer pontífice en visitar la península arábiga e Irak.
Francisco reafirmó que únicamente los hombres célibes podían ser sacerdotes y sostuvo la oposición de la Iglesia al aborto, procedimiento que equiparó a “contratar a un sicario para resolver un problema”.
Posiciones para las mujeres
Francisco incorporó a varias mujeres a posiciones que involucraban importantes tomas de decisiones en el Vaticano y les permitió fungir como lectoras y acólitas en las parroquias. Además, permitió que las mujeres pudieran votar junto con los obispos en sínodos en respuesta a las quejas que señalaban que éstas realizan gran parte del trabajo de la iglesia pero son excluidas de las altas esferas del poder.
La hermana Nathalie Becquart, a quien Francisco asignó uno de los puestos más altos en el Vaticano, dijo que el legado del papa era su visión de una Iglesia en la que hombres y mujeres coexistieran en una relación de reciprocidad y respeto.
“Se trataba de cambiar un patrón de dominación —del ser humano a la creación, de los hombres a las mujeres— a un patrón de cooperación”, dijo Becquart, la primera mujer en ocupar un puesto con derecho a voto en un sínodo del Vaticano.
Sin embargo, una nota de crítica vino de la Conferencia para la Ordenación de Mujeres, que se había sentido frustrada por la falta de disposición de Francisco para impulsar la ordenación de mujeres.
“Su política repetida de ‘puerta cerrada’ sobre la ordenación de mujeres fue dolorosamente incongruente con su naturaleza pastoral, y para muchos, una traición a la Iglesia sinodal y de escucha que él defendía. Esto lo convirtió en una figura complicada, frustrante y a veces desgarradora para muchas mujeres”, decía el comunicado.
Priorizando la Iglesia como refugio
A pesar de que Francisco no permitió que las mujeres fueran ordenadas, su reforma fue parte de un cambio revolucionario que enfatizó que la Iglesia católica debería ser un refugio para “todos, todos, todos” y no sólo un espacio para los privilegiados.
Migrantes, pobres, prisioneros y marginados fueron invitados a su mesa, incluso más que presidentes o empresarios poderosos.
“Para el papa Francisco, siempre se trató de extender los brazos de la Iglesia para acoger a todas las personas, no excluir a nadie”, dijo el cardenal Kevin Farrell, a quien Francisco nombró camarlengo, un funcionario que asume el control después de la muerte o retiro de un pontífice.
Francisco exigió que sus obispos tuvieran misericordia y caridad con sus feligreses, presionó al mundo para proteger la creación de Dios del desastre climático y desafió a los países a dar la bienvenida a quienes huyen de la guerra, la pobreza y la opresión.
Tras visitar México en 2016, Francisco dijo sobre el entonces candidato presidencial estadounidense Donald Trump que cualquiera que construya un muro para mantener fuera a los migrantes “no es cristiano”.
Si bien los progresistas estaban encantados con el enfoque que Francisco dio al mensaje de misericordia e inclusión de Jesús, también preocupó a los conservadores, quienes temían que diluyera la enseñanza católica y amenazara la identidad cristiana de Occidente. Algunos incluso lo llamaron hereje.
Unos cuantos cardenales lo desafiaron abiertamente y él respondió con su típica respuesta al conflicto: silencio.
Francisco facilitó que los católicos pudieran anular un matrimonio, permitió que los sacerdotes ordinarios absolvieran a mujeres que habían tenido abortos y decretó que pudieran bendecir a parejas del mismo sexo. Además, abrió un debate sobre temas como la homosexualidad y el divorcio y dio a los pastores un margen de maniobra para discernir sobre el modo de acompañar a sus feligreses en lugar de darles reglas estrictas que aplicar.
Usando el modelo de San Francisco de Asís
Francisco vivió en el hotel del Vaticano en lugar del Palacio Apostólico, usaba sus viejos zapatos ortopédicos en lugar de los mocasines rojos del papado y fue un ejemplo para las clases clericales al usar autos compactos en lugar de sedanes de lujo.
“Veo claramente que lo que la Iglesia necesita hoy es una capacidad de sanar heridas y de dar calor a los corazones de los fieles”, dijo a la revista jesuita La Civilta Cattolica en 2013. “Veo a la Iglesia como un hospital de campaña después de la batalla”.
Como si convertirse en el primer papa jesuita y latinoamericano de la historia no hubiera sido suficiente, también fue el primer papa en nombrarse a sí mismo en honor a San Francisco de Asís, el fraile del siglo XIII conocido por su sencillez personal, su mensaje de paz y su preocupación por los marginados y la naturaleza.
Francisco se dirigió a los desempleados y a los enfermos, a los discapacitados y a los sin hogar. También se disculpó formalmente con los pueblos indígenas por los crímenes de la Iglesia desde la época colonial en adelante.
Él mismo también sufrió. Parte de su colon fue removido en 2021 y necesitó otra cirugía en 2023 para reparar una dolorosa hernia de su pared abdominal y retirar tejido intestinal cicatrizado. A partir de 2022, debido a problemas en las rodillas, tuvo que usar bastón o silla de ruedas con frecuencia y atravesó por varios ataques de bronquitis.
Francisco llegó hasta los márgenes de la sociedad para actuar con misericordia, acariciando la cabeza deformada de un hombre en la Plaza de San Pedro, besando el tatuaje de un sobreviviente del Holocausto o invitando a los “cartoneros” —los rebuscadores de basura— de Argentina a unirse a él en un escenario de Río de Janeiro.
“Siempre nos han marginado pero el papa Francisco siempre nos ayudó”, dijo Coqui Vargas, una mujer transgénero cuya comunidad forjó una relación única con Francisco durante la pandemia.
Su primer viaje como papa fue a la pequeña isla de Lampedusa, en ese momento la zona cero de la crisis migratoria de Europa. Consistentemente, eligió visitar países pobres donde los cristianos a menudo eran minorías perseguidas en lugar de centros del catolicismo global.
El obispo Marcello Sánchez Sorondo, amigo de Francisco y compatriota argentino, dijo que su preocupación por los pobres y los marginados se basaba en las ocho bendiciones que Jesús pronunció en el Sermón de la Montaña para los mansos, los misericordiosos, los pobres de espíritu y otros.
“¿Por qué son las bienaventuranzas el programa de este pontificado? Porque fueron la base del propio programa de Jesucristo”, afirmó Sánchez.
Pasos en falso en el escándalo de abuso sexual clerical
Pasó más de un año antes de que Francisco se reuniera con sobrevivientes de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y hubo grupos de víctimas que inicialmente cuestionaron si realmente entendió el alcance del problema.
Francisco creó una comisión de abuso sexual para asesorar a la Iglesia sobre mejores prácticas, pero perdió su influencia después de unos años y su recomendación principal —la creación de un tribunal especial para juzgar a los obispos que encubrieron a los sacerdotes abusadores— no se concretó.
Después llegó la mayor crisis de su papado, cuando desacreditó a las víctimas de abuso chilenas en 2018 y apoyó a un controversial obispo vinculado al abusador. Francisco eventualmente se dio cuenta de su error e invitó a las víctimas al Vaticano para emitir un mea culpa personal y convocó a toda la cúpula de la Iglesia chilena a renunciar en masa.
Aunque esa crisis terminó, pronto estalló una nueva en torno al excardenal Theodore McCarrick, el arzobispo retirado de Washington y consejero de tres papas.
Francisco se había movido ágilmente para dejar de lado a McCarrick tras una acusación de que había abusado de un monaguillo en la década de 1970. No obstante, el pontífice fue acusado por el exembajador del Vaticano en Estados Unidos de haber rehabilitado a McCarrick al principio de su papado.
Expulsó del sacerdocio a McCarrick después de que una investigación del Vaticano determinara que abusó sexualmente de adultos además de menores. Cambió la ley de la Iglesia para eliminar el secreto pontificio que encubre los casos de abuso y trazó procedimientos para investigar a los obispos que abusaron o encubrieron a sacerdotes pedófilos, esperando terminar con la impunidad en la jerarquía.
“Sinceramente quería hacer algo y lo transmitió”, dijo Juan Carlos Cruz, uno de los sobrevivientes de abuso chilenos que Francisco desacreditó en 2018 y quien después desarrolló una estrecha amistad personal con el pontífice.
Un cambio después de Benedicto
El camino hacia la elección de Francisco en 2013 fue allanado por la notable decisión del papa Benedicto XVI de renunciar y jubilarse —el primero en 600 años— y creó la realidad sin precedentes de tener dos papas viviendo en el Vaticano.
Francisco no rehuyó la sombra potencialmente incómoda de Benedicto, sino que lo acogió como un sabio anciano estadista a quien recurrió en busca de consejo y persuadió a salir de su retiro enclaustrado para participar en la vida pública de la Iglesia.
“Es como tener a tu abuelo en casa, un abuelo sabio”, dijo.
Francisco también elogió la decisión de Benedicto XVI de retirarse y dijo que “abrió la puerta” a otros que siguieran su ejemplo. Eso alimentó la especulación de que Francisco también podría retirarse, pero después de la muerte de Benedicto afirmó que el papado es un trabajo de por vida.
El estilo litúrgico más relajado de Francisco y sus prioridades pastorales dejaron en claro que él y el teólogo nacido en Alemania provenían de tradiciones religiosas muy diferentes y, en varios casos, Francisco anuló directamente decisiones tomadas por su predecesor.
Se aseguró de que el arzobispo Óscar Romero, un héroe para el movimiento de la teología de la liberación en América Latina, fuera canonizado después de que su caso languideciera bajo el papado de Benedicto por preocupaciones sobre la inclinación marxista del credo.
También reimpuso restricciones a la celebración de la misa latina tradicional que Benedicto había relajado, argumentado que el rito tridentino había dividido a la Iglesia. La decisión irritó a los críticos más tradicionalistas de Francisco y dio pie a lo que se convirtió en una temporada de conflicto entre los católicos derechistas, particularmente en Estados Unidos, y el papa argentino.
Los conservadores se alejan de Francisco
Para entonces, los conservadores ya se habían distanciado de él, sintiéndose traicionados tras la apertura de un debate sobre el divisivo tema de permitir que los católicos vueltos a casar recibieran los sacramentos si no obtenían una anulación.
“No nos gusta este papa”, dijo un titular provocativo en el diario conservador de Italia Il Foglio, lo que reflejó la inquietud del pequeño pero expresivo movimiento católico tradicionalista que fue mimado por Benedicto.
Esos mismos críticos amplificaron sus quejas cuando Francisco aprobó bendiciones eclesiásticas a parejas del mismo sexo y el controversial acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos. Los detalles de éste nunca se hicieron públicos, pero críticos lo acusaron de traicionar a quienes practicaban el catolicismo de manera clandestina en China y se mantuvieron leales a la Santa Sede durante décadas de persecución. En tanto, el Vaticano lo defendió como el mejor trato que pudo lograr antes de que China cerrara la puerta por completo.
El cardenal estadounidense Raymond Burke, uno de los principales opositores de Francisco, dijo que la Iglesia se había convertido “en un barco sin timón”.
Burke libró su campaña de oposición por años. Empezó cuando Francisco lo despidió como prefecto del tribunal supremo de justicia y culminó cuando levantó la voz ante el sínodo de Francisco con respecto al futuro de la Iglesia en 2023.
En dos ocasiones se unió a otros cardenales conservadores para pedir formalmente a Francisco que se explicara en asuntos relacionados con la doctrina y que reflejaban una tendencia más progresista, incluyendo la posibilidad de bendecir a parejas del mismo sexo y su acercamiento a católicos divorciados y que se habían vuelto a casar por la vía civil.
Francisco eventualmente impuso sanciones económicas a Burke, acusándolo de sembrar “desunión”. Fue uno de varios movimientos de personal que hizo tanto en el Vaticano como alrededor del mundo para llevar el balance de poder de los líderes doctrinales a aquellos más pastorales.
Francisco insistió en que sus obispos y cardenales se impregnaran del “olor de sus ovejas” y asistieran a los fieles. A quienes no lo hicieron les hizo saber su disgusto.
Su discurso de Navidad de 2014 en la Curia del Vaticano se convirtió en una de las mayores reprimendas papales de la historia: de pie en la Sala Clementina de mármol del Palacio Apostólico, Francisco enumeró 15 dolencias que, dijo, pueden afectar a sus colaboradores más cercanos, incluidos el “alzhéimer espiritual”, las ansias de poder y el “terrorismo de los chismes”.
Tratando de eliminar la corrupción, supervisó la reforma del Banco Vaticano y procuró luchar contra los burócratas y meterlos en cintura, limitando su compensación y capacidad de recibir obsequios u otorgar contratos públicos.
Además autorizó que la policía vaticana realizara redadas en su propia Secretaría de Estado y en la agencia de vigilancia financiera debido a sospechas de una inversión de unos 350 millones de euros (unos 365 millones de dólares) en una empresa inmobiliaria de Londres. Tras un juicio de dos años y medio, el tribunal vaticano condenó a quien alguna vez fue un poderoso cardenal, Angelo Becciu, de malversación de fondos y dictó sentencias mixtas contra otras nueve personas, absolviendo a una.
El juicio, sin embargo, terminó siendo una suerte de búmeran reputacional para la Santa Sede, demostrando deficiencias en el sistema legal vaticano, disputas territoriales entre monseñores y las maneras en que el papa había intervenido en el caso en nombre de los fiscales.
Mientras ganó elogios por tratar de dar un giro a las finanzas del Vaticano, Francisco atrajo la ira de los conservadores estadounidenses por sus frecuentes críticas al mercado financiero global.
La justicia económica fue uno de los temas más importantes de su papado, y no lo ocultó en su primer encuentro con periodistas cuando dijo que quería una “Iglesia pobre que sea para los pobres”.
En su primer gran documento de enseñanza, “La alegría del Evangelio”, Francisco denunció las teorías económicas de derrame como no probadas e ingenuas y dijo que se basan en una mentalidad “donde los poderosos se alimentan de quienes no tienen poder” sin tener en cuenta la ética, el medio ambiente o incluso a Dios.
“¡El dinero debe servir, no gobernar!”, dijo al pedir a los líderes políticos que reformaran el sistema.
Explicó más ese mensaje en su ecoencíclica “Alabado seas”, en la que denunció el sistema económico global “estructuralmente perverso” que, dijo, explotaba a los pobres y corría el riesgo de convertir a la Tierra en “una inmensa pila de inmundicia”.
Francisco fue tildado de marxista por algunos conservadores estadounidenses. Él rechazó la etiqueta y dijo que tenía muchos amigos marxistas.
Fútbol, ópera y oración
Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio fue el mayor de cinco hijos de inmigrantes italianos.
Atribuyó a su abuela Rosa haberle enseñado a orar y durante los fines de semana escuchaba ópera en la radio, asistía a misa y a los partidos del club de fútbol San Lorenzo, amado por la familia. Como papa, su amor por el fútbol le trajo una gran colección de camisetas de visitantes.
Dijo que recibió su llamado religioso cuando tenía 17 años y se dirigía a confesarse. “Algo extraño me pasó en esa confesión”, relató en una biografía autorizada de 2010. “No sé qué fue, pero cambió mi vida… Me di cuenta de que me estaban esperando”.
Ingresó al seminario diocesano cuatro años después y, en 1958, se transfirió al seminario jesuita, atraído por la tradición misionera y la militancia de la Compañía de Jesús.
Fue por esta época que sufrió un ataque serio de neumonía que derivó en la extirpación de la parte superior de su pulmón derecho. Su frágil salud le impidió convertirse en misionero como había deseado, y su mermada capacidad pulmonar fue quizá responsable de su voz como susurro y su renuencia a cantar durante la misa.
El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote y de inmediato comenzó a enseñar. En 1973, fue nombrado jefe de los jesuitas en Argentina, cargo que luego reconoció como una “locura”, ya que solo tenía 36 años.
“Mi forma autoritaria y rápida de tomar decisiones me llevó a tener serios problemas y ser acusado de ser ultraconservador”, admitió en su entrevista con La Civiltà Cattolica.
La vida bajo la dictadura argentina
Su mandato de seis años como provincial jesuita coincidió con el comienzo de la dictadura de Argentina, que duró de 1976 a 1983, cuando los militares lanzaron una campaña brutal contra las guerrillas de izquierda y otros opositores al régimen.
Bergoglio no confrontó públicamente a la junta y fue acusado de permitir que dos sacerdotes de barrios marginales fueran secuestrados y torturados por no respaldar públicamente su trabajo.
Se negó durante décadas a disputar esa versión de los hechos. No fue sino hasta 2010 que, en una biografía autorizada, finalmente contó los esfuerzos que hizo tras bambalinas para salvarlos, como persuadir al sacerdote de la familia del temido dictador Jorge Videla para que se reportara enfermo y él pudiera dar misa en su lugar. Una vez en casa del líder de la junta, Bergoglio pidió clemencia en privado. Ambos sacerdotes fueron eventualmente liberados, entre otros pocos sobrevivientes.
Una vez que se convirtió en papa, comenzaron a surgir relatos de personas —sacerdotes, seminaristas y disidentes políticos— a las que Bergoglio salvó durante la “guerra sucia”, al permitirles permanecer en el seminario de incógnito o ayudarles a salir del país.
Bergoglio viajó a Alemania en 1986 para investigar para una tesis que nunca terminó. A su regreso a Argentina, se mantuvo en Córdoba durante un período que calificó como una “gran crisis interior”.
Sin el aprecio del liderazgo más progresista de los jesuitas de Argentina, Bergoglio fue rescatado de la oscuridad por San Juan Pablo II, quien lo nombró obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992.
Seis años después fue nombrado arzobispo y en 2001 cardenal.
Estuvo cerca de convertirse en papa en 2005, cuando fue elegido Benedicto, al obtener la segunda mayor cantidad de votos en varias rondas de votación.
La cobertura de religión de Associated Press recibe apoyo a través de la colaboración de AP con The Conversation US, con financiación de Lilly Endowment Inc. AP es el único responsable de este contenido.
SAN JUAN (AP) — Cuadrillas de operarios trabajaron durante la madrugada del jueves para restablecer el suministro eléctrico en Puerto Rico después de un apagón generalizado en la isla que afectó al principal aeropuerto internacional, a varios hospitales y a hoteles llenos de turistas que disfrutaban de sus vacaciones de Semana Santa.
El apagón, que comenzó pasado el mediodía del miércoles, dejó a 1,4 millones de clientes sin electricidad y a 328.000 sin agua. Al menos 231.000 clientes, el 16 % de los afectados, habían recuperado el suministro al final del día. Las autoridades esperaban que el 90% de los clientes volvieran a tener luz en un plazo de 48 a 72 horas después del corte.
“Es es una vergüenza para el pueblo de Puerto Rico que tengamos un problema de esta magnitud”, dijo la gobernadora, Jenniffer González, quien interrumpió sus vacaciones de una semana y regresó a la isla el miércoles por la noche.
Advertisement
El apagón colapsó el tráfico, obligó a cientos de negocios a cerrar y dejó a quienes no podían permitirse generadores buscando desesperadamente hielo y velas.
Es el segundo apagón general que afecta a la isla en menos de cuatro meses. El anterior se produjo en Nochevieja.
"¿Por qué en días festivos?”, se quejaba José Luis Richardson, que no tenía un generador y se mantenía fresco salpicándose agua cada pocas horas.
El rugido de los generadores y el olor a humo llenaban el aire mientras un número cada vez mayor de puertorriqueños renovaban los llamados al gobierno para cancelar los contratos con Luma Energy, que supervisa la transmisión y distribución de energía, y Genera PR, que supervisa la generación.
González prometió atender esas peticiones.
“Eso no está bajo duda o cuestionamiento”, afirmó la mandataria, que agregó que no se trata de un proceso rápido. “Es inaceptable el que tengamos fallas de este tipo”.
González dijo que un apagón importante como el del miércoles supone una pérdida de ingresos estimada de 230 millones de dólares diarios.
Ramón C. Barquín III, presidente del Centro Unido de Detallistas, una organización sin ánimo de lucro que representa a pequeñas y medianas empresas, advirtió que los apagones continuos asustarían a posibles inversionistas en un momento en que Puerto Rico necesita urgentemente desarrollo económico.
“No podemos seguir repitiendo este ciclo de apagones sin tomar medidas concretas para reforzar nuestra infraestructura energética”, manifestó.
Muchos estaban preocupados por la población anciana de Puerto Rico. El alcalde de Canóvanas movilizó brigadas para visitar a los encamados y a quienes dependen de equipos médicos electrónicos.
El regidor de Vega Alta, por su parte, habilitó un centro para suministrar electricidad a personas con equipos médicos vitales.
Por el momento no estaba claro qué provocó el apagón, el último de una serie de grandes cortes de electricidad que han afectado a la isla en los últimos años.
Daniel Hernández, vicepresidente de operaciones de Genera PR, indicó el miércoles que el sistema de transmisión se vio afectado por una perturbación después del mediodía, un momento en que la red queda en una situación de vulnerabilidad debido a que no hay muchas máquinas regulando la frecuencia a esa hora.
Puerto Rico ha sufrido apagones crónicos desde septiembre de 2017, cuando el huracán María azotó la isla como una poderosa tormenta de categoría cuatro, arrasando una red eléctrica que los operarios tratan aún de reconstruir.
La red ya estaba deteriorada como consecuencia de décadas de falta de mantenimiento e inversión.
Radio América es una emisora de habla hispana que transmite desde la ciudad de Laurel en el estado de Maryland cubriendo con sus 1,900 vatios de potencia toda el área metropolitana de Washington D.C. en la cual residen cerca de 1 millón de Latinos.
Su propietario es Alejandro Carrasco considerado como la personalidad radial hispana mas influyente en Washington, Maryland y Virginia.
Su frecuencia, 900 AM una Ubicación ideal en el dial para alcanzar a toda la comunidad latina en el area metropolitana de Washington.