Lionel Messi, con esa manía latina de atribuirle a lo sobrenatural la culpa de las cosas, se refirió así a la influencia que el espíritu de Diego Maradona ha tenido en la peregrinación de Argentina hacia la final del Mundial de Qatar.
Hay suficientes fundamentos futbolísticos para explicar el éxito del equipo dirigido por Lionel Scaloni. Pero cuesta imaginarse un desenlace similar sin Messi “maradoneando” en la Copa del Mundo, tal como lo definió Jorge Valdano, excampeón mundial en 1986 junto a Maradona.
“El espíritu de Maradona está con esta selección”, declaró el ex atacante y actual analista en una reciente entrevista con TyC Sports de Argentina.
Messi, que a los 35 años buscará revancha de la final que se le escapó en Brasil 2014, por primera vez en su carrera se siente a gusto cuando se lo compara con el más grande futbolista argentino de la historia.
En la semifinal ante el último subcampeón Croacia, el Diez gestó el 3-0 definitivo con una jugada de sello maradoniano: recibió el balón por la banda derecha del campo croata, desde casi mitad de cancha, llevándose la marca dal croata Josko Gvardiol, primero para un lado, luego para el otro. Con el defensor mareado, Messi soltó la pelota desde la línea de fondo para que Julián Álvarez sellara el pasaporte a la final.

El demandante, la firma brasileña DIS, había acusado a Neymar, a su padre y a los expresidentes del Santos y el Barcelona de haber ocultado de forma deliberada el coste del fichaje para evitar pagar a DIS lo que le correspondía como titular parcial de los derechos del jugador.
Sin embargo, la corte indicó el martes en un comunicado que “no se ha probado la simulación contractual y tampoco la finalidad de perjudicar a DIS”.
El veredicto no es una sorpresa, dada la decisión de la fiscalía española de retirar todos los cargos durante el juicio. Eso dejó solos a los abogados de DIS defendiendo su posición.
En un principio, DIS había pedido una pena de cinco años de cárcel para Neymar, de 30 años. Pero tras la retirada de la fiscalía española, los abogados habían reducido sus reclamaciones a dos años y medio de prisión.

El delantero de 37 años dejó la cancha llorando tras la derrota de Portugal 1-0 ante Marruecos el sábado en los cuartos de final.
En su primera declaración tras la eliminación, Cristiano dijo el domingo que “es tiempo de hacer un balance”, sin aclarar si seguirá disponible para Portugal después de 19 años en el equipo.
“No vale la pena reaccionar en caliente”, escribió el astro en Instagram. “Quiero que todos sepan que se habló mucho, que se escribió mucho, que se especuló mucho, pero mi dedicación a Portugal no cambió un instante”.
“Fui siempre uno más luchando por el objetivo de todos y jamás le daría la espalda a mis compañeros y a mi país”, continuó.
Máximo goleador a nivel selecciones con 118 goles, Cristiano dijo que poner a Portugal “en lo más alto del mundo” era su mayor sueño.
Recordó que en sus cinco mundiales durante 16 años, estuvo “siempre al lado de grandes jugadores y apoyado por millones de portugueses, di todo de mí”.

Croacia vapuleó 3-0 a la Albiceleste en la primera ronda del Mundial de 2018, en el que probablemente haya sido el peor partido del astro con la casaca de su país. Scaloni era asistente entonces del técnico Jorge Sampaoli, quien duró dos partidos más en el cargo.
La buena noticia para Argentina es que Messi y Scaloni están hoy en posiciones muy diferentes para enfrentar al mismo rival el martes en una de las semifinales del Mundial.
El capitán está muy enfocado en la misión de conducir a su país a su tercera corona —primera desde 1986. Y en lo personal ganar el último gran trofeo que le falta. Anotó cuatro goles en cinco partidos y con un total de 10 en cinco mundiales igualó el récord de Gabriel Batistuta como máximo artillero argentino en la Copa del Mundo.
Scaloni, sucesor de Sampaoli desde 2018, es el ideólogo de un equipo de múltiples facetas. Avasallante por momentos, ingenuo en otros. Anotó nueve goles y le convirtieron cinco, dos de ellos Holanda en los cuartos de final que los argentinos ganaban 2-0.
Argentina también mostró tenacidad ante múltiples adversidades — la derrota ante Arabia Saudí en el debut, lesiones, la ventaja que se le escapó ante Holanda — y pese a todo, sobrevivió entre los cuatro mejores del Mundial.
“Las comparaciones con el anterior Mundial no corresponden, son partidos diferentes”, opinó el estratega argentino el lunes en una rueda de prensa. “Esperamos un partido muy difícil contra un equipo de los denominados realmente equipo. Juegan como lo que son. Un gran grupo, un gran equipo que nos va a poner las cosas difíciles”.

Croacia vapuleó 3-0 a la Albiceleste en la primera ronda del Mundial de 2018, en el que probablemente haya sido el peor partido del astro con la casaca de su país. Scaloni era asistente entonces del técnico Jorge Sampaoli, quien duró dos partidos más en el cargo.
La buena noticia para Argentina es que Messi y Scaloni están hoy en posiciones muy diferentes para enfrentar al mismo rival el martes en una de las semifinales del Mundial.
El capitán está muy enfocado en la misión de conducir a su país a su tercera corona —primera desde 1986. Y en lo personal ganar el último gran trofeo que le falta. Anotó cuatro goles en cinco partidos y con un total de 10 en cinco mundiales igualó el récord de Gabriel Batistuta como máximo artillero argentino en la Copa del Mundo.
Scaloni, sucesor de Sampaoli desde 2018, es el ideólogo de un equipo de múltiples facetas. Avasallante por momentos, ingenuo en otros. Anotó nueve goles y le convirtieron cinco, dos de ellos Holanda en los cuartos de final que los argentinos ganaban 2-0.
Argentina también mostró tenacidad ante múltiples adversidades — la derrota ante Arabia Saudí en el debut, lesiones, la ventaja que se le escapó ante Holanda — y pese a todo, sobrevivió entre los cuatro mejores del Mundial.
“Este equipo tiene con qué, tiene ganas, tiene orgullo, que eso es fundamental para no dar nada por perdido”, valoró Scaloni. “Muestra facetas que requiere el partido en cada momento”.